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1960S-1970S

Una victoria en partido oficial en el campo de La Malvarrosa

La tradición advierte que el Levante comenzó jugando sus compromisos en el campo de La Placheta antes de emprender la marcha hacia el campo de La Cruz, en el Camino Hondo del Grao, en los primeros veinte, desde donde se trasladaría hasta el centro de Valencia, tras la guerra civil, para colonizar el feudo de Vallejo, propiedad del Gimnástico, como último paso anterior a recalar en el hoy denominado Ciutat de València. Hay un paréntesis que supone la disputa de la temporada 1968-1969 en el coliseo de Mestalla mientras se alzaba la fábrica del Estadio Antonio Román en el término de Orriols. Esa misma temporada el Levante despidió la competición liguera en el marco de la Tercera División en el campo de La Malvarrosa, el escenario habitualmente utilizado por las categorías inferiores del club granota. Sin embargo, en la fecha del 1 de junio de 1969 el primer equipo con Mut, Jenaro, Burguete o Sergio se ubicó en el campo de La Malvarrosa para medirse al Constancia (4-0). Navarro, Alía, Burguete y Sergio focalizaron el triunfo blaugrana en una atmósfera que no era el más corriente.

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Navarro consigue el primer gol oficial en el Ciutat

El domingo catorce de septiembre de 1969 el Estadio Antonio Román abrió sus puertas a la competición oficial. Aquella confrontación cruzó sobre el rectángulo de juego de la instalación recién estrenada a las huestes granotas y al Palma en un duelo que significaba la inauguración del ejercicio 1969-1970. El partido estaba enmarcado en el contexto de la Tercera División. El Levante resolvió el encuentro con una victoria ajustada. Navarro fue el autor del gol que estrenó el marcador dardo del nuevo campo.

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Caszely salta al Ciutat

El cielo estaba ennegrecido y la lluvia enturbió el total de la disputa del duelo entre el Levante y el Sabadell empapando desde sus orígenes las camisetas de ambas escuadras. Carlos Caszely formaba parte del elenco de los once escogidos por Juncosa para hacer frente a la sociedad vallesana. El atacante chileno recorrió el espacio que separa el vestuario azulgrana del verde. Era la primera vez que efectuaba este camino después de un controvertido y costoso fichaje. La lluvia no emitió ningún tipo de tregua amenazando la estabilidad y el centro de gravedad de los protagonistas. Fue una constante durante el ejercicio liguero del Levante como local. La climatología parecía refractaria a la exhibición de sus condicionantes técnicos. A los cuatro minutos Juanito rompió las redes defendidas por Martínez. Caszely apareció, al filo del primer cuarto de hora, para mostrar sus argumentos con el balón. Se cosió el cuero al pie, apuró ante un enjambre de defensores y tensó su pierna para rozar el gol. Fue la única aparición del internacional por Chile.

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El Levante, primer campeón de categoría nacional del curso 1972-1973

Quizás el tiempo fuera el gran aliado de aquel Levante de paso zancada firme y de mirada penetrante. Su patente autoridad se manifestó en la jornada del lunes 23 de abril de 1973. Restaban cinco jornadas para el cierre del curso en Tercera División y la escuadra que dirigía José Juncosa aplastó al Lérida. La victoria no se discutió (4-0) y sus efectos fueron inmediatos. La conclusión del duelo coincidió con un cambio de status del club que presidía Manuel Grau Torralba. Desde ese momento supo que abandonaba la Tercera División para incrustarse de nuevo en la categoría de Plata. La celeridad fue mayúscula es ese tránsito. Y sirva como prueba el hecho que confirmó al Levante como el primer equipo que se coronaba campeón nacional de las distintas categorías que componían el fútbol en la Península Ibérica.

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El Levante emigra a Mestalla durante la temporada 1968-1969

El 14 de septiembre de 1968 la escuadra azulgrana saltaba al césped de Mestalla defendiendo la condición de local. Era una situación extraña y anómala. Ni el escenario, ni la atmósfera, ni la ambientación parecían recrear el contexto que habitualmente rodeaba al club levantinista en los partidos oficiales. El Levante emigró durante el curso 1968-1969 al feudo valencianista para afrontar la competición en Tercera División. Era una condición obligada tras la demolición de Vallejo y el proceso de construcción del Estadio Antonio Román, en la actualidad bautizado como Ciutat de València. Aquella jornada el Levante se enfrentó al Torrente con las gradas de Mestalla como testigo. El partido parecía encauzado tras el final del primer acto tras las dianas de Crespu y Alias. Sin embargo, el choque mutó de raíz en la reanudación. Y el Torrente pasó como una apisonadora para cambiar el signo de la confrontación (2-4).

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Un gol de Suárez despide el Estadio de Vallejo

Fue la despedida oficial del Estadio de Vallejo. El domingo 28 de abril de 1968 la historia del coliseo de la calle de Alboraya se paró en seco. El Levante se midió al Tenerife en un partido desprovisto de heráldica, al menos desde el prisma azulgrana. La reforma de la categoría de Plata, que pasaba de constar de dos grupos a uno, había condenado al Levante al inframundo de la Tercera División. El club tinerfeño apuraba sus opciones de permanencia. La victoria local hundía a su adversario y podía significar el rescate del Mestalla. Todos los acontecimientos aparecían enmarcados en un partido convertido en el epílogo de Vallejo. Suárez anotó el último gol del coliseo levantinista. Era el punto y final de una historia que remontaba a 1925 cuando el Gimnástico acondicionó esa instalación para la práctica del fútbol.

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Pasieguito cambia las botas por la toga de entrenador

Fue una decisión compleja con Paiseguito, Bernardo Pérez Elizarán, como eje focal. La dimisión de Alfonso Aparicio como entrenador, a mediados de marzo de 1960, significó un proceso de reconversión en la figura de Pasieguito que pasó de formar parte de la plantilla del Levante, en calidad de jugador, a dirigir desde el banquillo a los que habían sido sus compañeros. Sin solución de continuidad dejó de compartir vestuario con el grupo para tomar decisiones de calado como preparador. Fue una determinación tomada por las altas esferas del club que el jugador-preparador asumió para mudar su rol. Pasieguito cumplimentaba su segunda etapa en las filas del Levante tras una cesión por parte del Valencia durante los años cuarenta.

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Domínguez; Internacional con España

Ernesto Domínguez saltó al verde de Mestalla el 1 de diciembre de 1963 con la elástica roja ceñida a su piel para enfrentarse a Bélgica. El momento fue histórico y perdura en la memoria del levantinismo. Domínguez llegó al clímax que significa alcanzar un espacio en la Selección Española como futbolista del Levante. Nadie lo ha vuelto a conseguir. Las portentosas actuaciones del ‘Galgo de Vallejo’ llamaron la atención de Villalonga, aunque el seleccionador ya conocía las excelencias del jugador catalán puesto que habían coincidido en las categorías menores del fútbol nacional. Domínguez partió en el once titular y fue el único representante del balompié valenciano en la máxima categoría.

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Años sesenta-setenta

El ascenso a la elite parecía una ficción irrealizable. El sueño se resistía, pero el salto se produjo el ejercicio 1962-1963 tras eliminar al Deportivo de La Coruña en una histórica doble confrontación con colofón en el feudo de Vallejo. Aquella jornada las palmas atronaron, pese a que el día amaneció entre sombras tras la muerte del Papa Juan XXIII. Antonio Román había cedido la presidencia a José Navarro como prólogo al aterrizaje en calidad de máximo mandatario de Eduardo Clerigues, con Blas Escrig como principal exponente en la gestión de la parcela económica. El ascenso a Primera División propició dos temporadas inolvidables formando parte del universo de la máxima categoría. El Levante defendió la décima posición en la tabla en su estreno, pero regresó a Segunda a la finalización del ejercicio 1964-1965 tras un funesto cruce frente al Málaga en la Promoción.

Hubo victorias de prestigio ante el Barcelona (5-1 en Vallejo) y la ciudad descubrió un derbi que el tiempo había enmohecido. En ese marco es posible contextualizar la llamada de Ernesto Domínguez a la Selección Española en un duelo entre La Roja y Bélgica en Mestalla. Sin embargo, esta situación no se perpetuó y el final de los sesenta coincidió con el regreso a la Tercera División, fruto de una restructuración de la categoría de Plata, iniciándose la segunda etapa de Antonio Román en la presidencia del club. No obstante, el Levante estrenó el 9 de septiembre de 1969 el Estadio Ciudad de Valencia, por entonces Estadio Antonio Román con un partido ante el Valencia. La inauguración de esta soberbia instalación coincidió con una prolongada etapa de resultados mediocres con el equipo instalado a caballo entre la Segunda y Tercera División, pese a los incalculables esfuerzos de Manuel Grau Torralba, quien sucedió en el cargo de presidente a Román.

Grau Torralba fue un hombre de acción como demuestra la atrevida apuesta en la contratación de Carlos Caszely, internacional por Chile. El ‘gerente’ completó dos campañas en el Levante antes de emigrar el Espanyol. El advenimiento de la democracia no trajo cambios de consideración en el apartado deportivo acentuando sobremanera las dificultades en el apartado económico. La paupérrima situación de la tesorería condujo al club hasta la Tercera División en la temporada 1981-1982. El descenso deportivo a Segunda División B conjugó con otro añadido por impagos. Ni siquiera el increíble fichaje de Johan Cruyff, en febrero de 1981, invirtió la espiral negativa de una sociedad que lideró la competición en el arranque de l segunda vuelta de la competición.

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