
El ascenso a la elite parecía una ficción irrealizable. El sueño se resistía, pero el salto se produjo el ejercicio 1962-1963 tras eliminar al Deportivo de La Coruña en una histórica doble confrontación con colofón en el feudo de Vallejo. Aquella jornada las palmas atronaron, pese a que el día amaneció entre sombras tras la muerte del Papa Juan XXIII....
Una victoria en partido oficial en el campo de La Malvarrosa
La tradición advierte que el Levante comenzó jugando sus compromisos en el campo de La Placheta antes de emprender la marcha hacia el campo de La Cruz, en el Camino Hondo del Grao, en los primeros veinte, desde donde se trasladaría hasta el centro de Valencia, tras la guerra civil, para colonizar el feudo de Vallejo, propiedad del Gimnástico, como último paso anterior a recalar en el hoy denominado Ciutat de València. Hay un paréntesis que supone la disputa de la temporada 1968-1969 en el coliseo de Mestalla mientras se alzaba la fábrica del Estadio Antonio Román en el término de Orriols. Esa misma temporada el Levante despidió la competición liguera en el marco de la Tercera División en el campo de La Malvarrosa, el escenario habitualmente utilizado por las categorías inferiores del club granota. Sin embargo, en la fecha del 1 de junio de 1969 el primer equipo con Mut, Jenaro, Burguete o Sergio se ubicó en el campo de La Malvarrosa para medirse al Constancia (4-0). Navarro, Alía, Burguete y Sergio focalizaron el triunfo blaugrana en una atmósfera que no era el más corriente.