
Tras un breve interludio en Segunda División B, curso 1998-1999, el Levante preparó el asalto a la Primera División con Pedro Villarroel, principal accionista del club, en la presidencia con Mijatovic y Amato como estandartes, ejercicio 2002-2003, si bien el ascenso, que rompía con más de cuarenta años de carestía, situó en lo más alto de la representación institucional a...
La carrera entre Ballesteros y Ronaldo
El tiempo pareció quedar inmovilizado durante unos interminables segundos y los focos del Ciutat dimensionaron el espacio geográfico ocupado por Ballesteros y Ronaldo recortando sus figuras y ennobleciéndolas sobre el resto. La imagen perdura en el imaginario del levantinismo. Un balón en profundidad auguró un tremendo desafío entre Ballesteros y Ronaldo. Los dos jugadores representaban fuerzas antitéticas. Ballesteros bajó la cabeza y comenzó un sprint arrollador. Sus piernas eran dos generadores a pleno rendimiento. No hubo rastro de Ronaldo, quizás uno de los futbolistas más veloces del firmamento, en el desarrollo de la jugada. Fue una faena con enjundia. Ballesteros tomo los mandos en la ejecución final. Con suficiencia alcanzó el cuero, recortó a su oponente y alejó el peligro con solvencia ante el rugido de una grada entregada a un partido que concluyó con triunfo granota tras la diana de Kone.