
Fue una jugada de raíz messisiana en su concepción y también en su finalización. Morales contra el mundo y contra sí mismo con el mayestático feudo de San Mamés contextualizando una acción de contenido bíblico. El encuentro de los goles superlativos expiraba. En la memoria quedaba el zapatazo de Raúl García y las exquisiteces de Enis Bardhi encadenadas en el...