
Anclados a la victoria en el nacimiento de la competición como aconteció en los cursos 2016-2017 y 2017-2018
La imagen está perfectamente asentada en la retina de los fieles seguidores de la causa granota; Roger y Morales desvencijaron la red defendida por Pau López en el Estadio Benito Villamarín en el arranque de la competición del ejercicio 2018-2019. El Comandante asaltó los muros de la meta verdiblanca por partida doble dejando para la memoria la construcción y la ejecución de una acción de contenido sobresaliente. Su segundo gol conquistó la eternidad. El tiempo y los hechos que acontecieron en la noche del pasado viernes en tierras sevillanas todavía están muy cercanos. Nada ha borrado su profunda huella. El Levante de Paco López despertó como lacró la temporada pasada. El triunfo es un componente que cotiza al alza en la hoja de ruta exhibida por el preparador valenciano desde su conversión en entrenador de la primera plantilla azulgrana por marzo de 2018. El Levante abraza el signo de la victoria en el amanecer de la Liga. Empieza a ser una costumbre, si se escruta el pasado más cercano. De hecho, los protagonistas convergen si se rememora el desembarco de la escuadra granota en su regreso a la elite hace apenas un año.
La escuadra que preparaba Muñiz tenía una cita de enjundia ante el Villarreal en el Ciutat de València. La primera jornada del curso liguero estaba programada. El encuentro adquiría una cierta significación después de la pasión y el compromiso mostrado por las huestes levantinistas en su aventura por la categoría de Plata. Su ritmo fue vertiginoso. Hubo redención después de cercar las tinieblas. Aquella confrontación quedó despachada en los minutos finales. El Comandante adquirió envergadura para focalizar la atención en el interior del área amarilla. Con el duelo anunciando su definitiva despedida Morales forzó un penalti que sintió como suyo. El atacante se enfrentó a Andrés Fernández desde los once metros para alumbrar la victoria y estrenar su expediente anotador en la temporada más clarividente en materia anotadora tras recaudar diez goles. El Levante siguió las coordenadas que había marcado con anterioridad. La era Muñiz germinó en tierras sorianas con una confrontación ante el Numancia de Soria. Fue en agosto de 2017.
El partido en el feudo de Los Pajaritos marcaba el retorno a la categoría de Plata después de varias campañas en el universo de la elite. La competición brotó lejos del Ciutat y había una máxima luctuosa que resaltaba la incapacidad granota para conjugar con el triunfo en condición de foráneo en el ámbito de la categoría de Plata. Era una norma en el currículum azulgrana como representación vinculada al segundo peldaño del fútbol desde su debut en los años treinta. Únicamente había una excepción; sucedió en el alumbramiento del ejercicio 2003-2004 con Manuel Preciado como conductor de la nave de la entidad de Orriols. Aganzo y Descarga cercenaron las aspiraciones del Rayo Vallecano en Vallecas. Jason marcó el rumbo a seguir en la epifanía del curso 2016-2017. El atacante gallego concluyó una acción colectiva en el minuto sesenta. Acababa de aposentarse sobre el verde cuando batió a Munir. El triunfo comandado por Roger y Morales ante el Real Betis confirma un cambio de tendencia en la elite. Hasta el arranque del curso pasado el Levante desconocía el valor de la victoria en el amanecer de la Liga.