Burgos, en memoria del levantinismo, el sexto ascenso de la historia a Primera
Hay jornadas memorables que consiguen sobrevivir al paso del tiempo y al movimiento incesante de las hojas del calendario.
Es posible peregrinar a Burgos para recorrer el Camino de Santiago o para deleitarse con su majestuosa catedral gótica. O inclusive para discernir los misterios acerca del apasionante debate sobre el origen del hombre a través del yacimiento de Atapuerca. En clave blaugrana siempre quedará la impronta del sexto ascenso de la historia al universo de la Primera División. Burgos, territorio para la materialización de los sueños de un Levante que competirá el próximo ejercicio liguero en el cosmos de la máxima categoría del balompié nacional.
Burgos ya pertenece a la memoria del levantinismo. Desde la tarde/noche del domingo 25 de mayo de 2025. La fecha será recurrente y muy recordada. Hay jornadas memorables que consiguen sobrevivir al paso del tiempo y al movimiento incesante de las hojas del calendario. La muy noble y leal ciudad castellana perdurará en el imaginario de la institución azulgrana. Por los siglos de los siglos. Su latido será eterno para los fieles seguidores azulgranas.
1963 – La primavera del 63 y los duelos ante el Coruña
La historia del Levante con la Primera División remonta a la década de los años sesenta. La escuadra de Vallejo contendió con el Deportivo de La Coruña, por entonces Coruña a secas, por una plaza como inquilino del Olimpo de los Dioses futbolísticos. La promoción marcaba el rumbo de aquel Levante dirigido al unísono por Quique y Balaguer desde la huida de Lelé al Deportivo de La Coruña con la Liga en pleno recorrido. El Levante afrontaba la tercera eliminatoria de promoción de su historia.
La primavera del 63 fue pródiga en enfrentamientos entre el club granota y la entidad coruñesa. La Copa del Generalísimo marcó el prólogo de una temida promoción de ascenso a doble confrontación. Riazor fue el escenario del primer episodio de esta especie de enfrentamiento a cara o cruz. La victoria del Levante en tierras gallegas (1-2) conjugó con el triunfo en el feudo de Vallejo (2-1) en los primeros días de junio del 63. El tránsito celestial a la Primera División se produjo en una jornada poco proclive a las celebraciones con el Papa Juan XXIII agonizando en su lecho de muerte.
2004 – Reggi y Rivera rompen el hechizo de 40 años
Entre los goles de Serafín y Vall y las dianas de Reggi y Rivera en el coliseo de Chapín en Jerez se sucedieron cuarenta largos y tortuosos años, con sus días y sus noches, de incertidumbre y de desconfianza. Los héroes del 63 ya tenían relevo generacional en el panteón de los mitos del levantinismo. A falta de tres jornadas para echar la cancela a la Liga, el Levante confirmaba su condición de equipo adscrito a la Primera División. Fue un ascenso repleto de simbolismo para infinidad de generaciones que habían sentido el yugo de la adversidad de un Levante instalado en las categorías menores del fútbol.
La escuadra dirigida por Manuel Preciado mostró una regularidad supina en el desarrollo de la temporada 2003-2004. La estela de aquel Levante, gremial y solidario en el esfuerzo, siempre estuvo ligada a los puestos que marcaban el tránsito a la Primera División. Solo en la tercera jornada de la competición se ausentó de la zona más noble de la tabla. La victoria en Cádiz 0-3 allanó el camino del añorado retorno. Una semana más tarde Reggi y Rivera confirmaron los presagios establecidos (1-2). El Levante del ejercicio 2003-2004 concluyó el relato liguero investido con la condición de líder.
2006 – Riga encuentra el Santo Grial en Lleida
El paso por la élite fue realmente efímero, pero el retorno no se perpetuó. El Santo Grial del ascenso se encontraba en Lleida. El gol de Riga fue la metáfora de un curso alambicado (0-1). Quizás no fue el gol más estético de la historia, pero sumió a los granotes desplazados hasta la ciudad catalana en el éxtasis más absoluto. Siempre quedará la imagen de Reggi anclado a un bombo en unas celebraciones que se eternizaron sobre el césped del Camp dels Esports.
No fue un ejercicio de sencilla resolución. Oltra comenzó el curso como conductor del banquillo azulgrana y Mané fue su relevo en la décima jornada. El ascenso estuvo en entredicho en diversas fases del curso, pero el colectivo se aplicó en las jornadas finales para abrazar la tercera posición en la clasificación.
2010 – El ascenso más heroico para cerrar el Centenario
La temporada 2009-2010 será recordada por infinidad de acontecimientos. Las celebraciones por el centenario tuvieron como epílogo el cuarto ascenso de la historia a Primera División. Quizás fue el tránsito más heroico por inesperado. La entidad se debatía entre la supervivencia y la reconstrucción asida a la Ley Concursal. 2008 había establecido una especie de limes. El futuro surgía entre brumas. El Levante se enfrentaba al abismo.
El colectivo que adiestraba Luis García se desafió a sí mismo para conquistar la gloria en una segunda vuelta memorable. El Ciutat se engalanó el 15 de junio de 2010 para recibir al CD Castellón y para darle la bienvenida a la Primera División (3-1). Hubo escaso debate futbolístico sobre el verde en una puesta en acción embravecida de los pupilos de Luis García.
Aquel Levante encorajinado emergió dispuesto a ahuyentar a la duda. Las dianas de Juanlu y Xisco Muñoz doblegaron al rival cuando el cronómetro se acercaba al minuto diez de la confrontación. Aquella tarde el paraíso al que aludía Dante se manifestó en el Ciutat. La maniobra permanece en la retina de los leales aficionados granotes.
2017 – Postigo y un cabezazo con aroma a gloria
Saque de esquina que templó Campaña para que Postigo pisara el área con la fuerza de una manada de búfalos. Fue un cabezazo de signo ganador. Postigo irá asociado al quinto ascenso de la historia del Levante. Fue en el Ciutat en los días finales de abril de 2017 en un choque ante el Oviedo (1-0).
El bloque de Muñiz se proyectó como un cohete por el firmamento de la categoría de Plata desde el nacimiento de la temporada. El líder se manifestó con una virulencia suprema ante sus adversarios desde la epifanía del curso. Nadie fue capaz de ponerle los grilletes a aquel Levante tan osado como intrépido. Su superioridad fue manifiesta desde el primer minuto.
Restaban seis semanas para correr el telón de la competición y el Levante festejaba un ascenso supersónico en un hechizado coliseo del barrio de Orriols. Fue el último hasta la jornada de Burgos.