
Cercando las 22 victorias de Preciado y sitiando los 71 puntos de Luis García
Sólo existe una condición que indudablemente conllevaría una inmediata certeza. Desde ese prisma, las miradas se centran en el partido del próximo sábado entre el Levante y el Mirandés sobre el pasto del Ciutat de València. La hipótesis que concede la victoria significaría que la escuadra que prepara desde el banquillo López Muñiz se adentre formalmente por la frontera de los setenta puntos, para fijar su expediente personalizado en setenta y dos, y consignar su triunfo vigesimosegundo en la evolución de la competición liguera. Hay un componente exclusivamente estadístico, detrás de estos datos, que ejerce magnetismo. Si se cumple esta conjetura, que alimenta la posibilidad de conjugar con la victoria en el feudo de Orriols, el Levante del tiempo presente mejorará la puntuación conquistada por el grupo que lideró Luis García en el transcurso del ejercicio 2009-2010, que se saldó con el último ascenso a la elite en una temporada repleta de simbolismo por mor de los fastos programados en lacelebración del primer centenario de existencia de la entidad granota. Amarrar los tres puntos en disputa, ante el colectivo castellano, permitiría al bloque actual igualar el capítulo de triunfos alcanzados bajo la égida de Preciado durante la evolución del curso 2003-2004.
Es una evidencia que ambos casos permiten dimensionar, de manera superlativa, la proyección de los hechos que están aconteciendo en la actualidad. Partimos de una hipótesis que hay que cumplir sobre el verde el próximo fin de semana; a saber la consecución del triunfo ante las mesnadas de Pablo Alfaro. Se trata de una premisa incuestionable, pero no hay que olvidar que el relato que marca la competición liguera todavía es inconcluso. Tras el duelo ante el Mirandés restarán por el firmamento diez batallas como epílogo al campeonato de la regularidad de la temporada 2016-2017. Es un aspecto que habría que acentuar para validar la consistencia y la magnitud de los números establecidos por el grupo que prepara López Muñiz.
Su impacto es realmente tremendo. Los setenta y dos puntos, que rebasarían la marca general de la campaña 2009-2010, forman parte de una secuencia que parte desde los noventa y tres puntos ofertados desde el nacimiento de la competición hasta la fecha presente. Es decir; quedarían fijados en su expediente a falta de treinta puntos para el cierre definitivo de la Liga. Y la tendencia es similar en el apartado que sanciona las victorias. Los veintidós triunfos del curso de Manuel Preciado están contextualizados desde las cuarenta y dos jornadas que marcan la habitual cronología de la competición desde mediados de los años noventa. Lo cierto es que el Levante presenta unos dígitos que en el pasado ya le habrían proyecto hacia la elite.
En el ejercicio 1999-2000 el Villarreal ascendió, en calidad de tercero, con la suma de sesenta y seis puntos. Osasuna le precedió en la tabla con sesenta y siete. Y Las Palmas coronó el ático de la tabla con setenta y dos. En el curso 1995-1996 el Logroñés entonó el ascenso, como segundo, con sesenta y nueve y el Extremadura promocionó con sesenta y dos. En la temporada 2001-2002 el Recreativo de Huelva avistó la Primera División con sesenta y nueve puntos. Idéntica puntuación manejó el Deportivo en la campaña 2013-2014. La pasada temporada Osasuna regresó a la máxima categoría, vía Play-Off, después de alcanzar ssesetna y seis puntos.