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Primer equipo

Cuarta victoria consecutiva cinco años después con Juan Ignacio en la grada

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El Levante puso orden a la clasificación general en el marco de la categoría de Plata enlazando su cuarta victoria consecutiva del curso. El grupo que conduce Muñiz realizó sobre el feudo de La Condomina, en su estreno oficial ante UCAM Murcia en confrontación oficial, en el ámbito del fútbol profesional, un ejercicio de rigurosidad que quedó coronado con las dianas de Roger y Lerma en cada uno de los capítulos de la cita aplazada por las virulentas lluvias caídas sobre la capital murciana el pasado 18 de diciembre de 2016. Sobre el verde del histórico coliseo de la escuadra vinculada a la Universidad Católica de Murcia el colectivo blaugrana estableció el mejor registro de la temporada en recorrido tras consignar e introducir en su casillero de una tacada los últimos doce puntos disputados.

El Levante perseguía ese objetivo desde que redujo a cenizas al Lugo en el feudo del Ciutat de València en la tarde del pasado sábado. No le tembló el pulso a Roger desde los once metros para ratificar el halo que invulnerabilidad que acoraza al feudo de Orriols en el presente. El Ciutat tiene embrujo y ascendencia. Hay una sinergia absoluta entre este escenario y su inquilino principal. Los réditos son manifiestos. De hecho, el influjo de la instalación granota en este ciclo, que amenaza con no concluir, fue devastador. El signo victorioso nació con la victoria conseguida ante el Tenerife (1-0) en el templo del Ciutat y siguió tras vencer al Rayo apenas unos días más tarde (1-0), curiosamente en el primer partido suspendido del campeonato. El epicentro de la acción no varió con la aparición del Lugo por territorio blaugrana (1-0) para estrenar 2017.

La escuadra levantinista regresó en el tiempo a las jornadas soleadas marcadas por la estancia de Juan Ignacio en su banquillo en seno de la máxima categoría. Posiblemente JIM hiciera memoria esta noche desde la tribuna noble del feudo de La Condomina como testigo de excepción del triunfo del bloque de Muñiz. Fueron veintiún días devastadores caracterizados por la incautación de la victoria. Todo comenzó un domingo 7 de octubre a la hora del Ángelus. No era un partido más para las huestes granotas. Era un choque repleto de simbolismo. En el feudo de Orriols se dirimía la supremacía de la ciudad del Turia. Del enfrentamiento fluye, sin duda, la imagen amenazadora de Martins arrancando con la potencia desmedida de una manada de búfalos desde la medular para celebrar con fe el gol.

El atacante se escurrió entre los zagueros para entrar en éxtasis. La competición quedó interrumpida durante una semana después por mor de los compromisos internacionales para regresar en Getafe. Michel rompió el duelo en otra mañana de domingo con un obús lejano inapelable para el arquero local. Fue un final mayestático para un envite aristado. Y este episodio liguero se completa con la holgada victoria conquistada de nuevo con el Ciutat como escenario ante el Granada (3-1). Fue el sábado 28 de octubre de 2012. Y entre medias, apenas unos días antes, también en el barrio de Orriols, el Twente quedó aniquilado en la fabulosa aventura desarrollada en la Liga Europea.