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Primer equipo

​El Levante se quiere entrometer en la condición de invicto del F.C. Barcelona

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De repente y quizás cuando menos se esperaba, principalmente si los pronósticos se hubieran efectuado desde el tiempo más pasado, sobre el verde del Ciutat de València se reúnen para competir, y para celebrar una quermés con el fútbol como principal invitado, dos escuadras que mantienen la condición de invicto. El Levante y el F.C. Barcelona comparten en el presente más candente esa propiedad que parece anunciar una invulnerabilidad mucho más acentuada, es una evidencia absoluta, si se pone en el foco de la atención en los desorbitantes movimientos del grupo que conduce desde el banquillo Ernesto Valverde. La escuadra culé no ha hincado la rodilla, en señal inequívoca de vasallaje, desde el amanecer de la competición liguera en agosto de 2017. El campeonato anuncia su definitivo ocaso, los encuentros se han sucedido en el universo de LaLiga Santander y nadie parece capacitado para mancillar un expediente impoluto acentuado con la conquista de la Liga con semanas de anterioridad al desenlace final. Dos visiones cosmogónicas, distancias en el marco del balompié profesional, se cruzan en el interior del verde del coliseo de Orriols compartiendo una misma idea que realza el término vencer.

A estas alturas del ejercicio liguero, el Barça, con la Liga y la Copa anudadas, sueña con mantener la imbatibilidad a semejanza de lo que hizo el Athletic y Real Madrid en los años treinta del siglo pasado. El Levante, mucho más terrenal en sus distintas manifestaciones, suma cuatro semanas consecutivas enlazando con el triunfo. No obstante, el ciclo descrito, que acota los choques ante el Malaga, Athletic Club, Sevilla y Leganés, es excelso, principalmente por su hondo significado. Asido a los triunfos el Levante ha alimentado una permanencia que parecía en entredicho con anterioridad. El origen de todo es anterior. El germen de esa chispa que produjo un terremoto devastador habría que buscarlo en Getafe en una tarde de sábado mayúscula. Desde el aterrizaje de Paco López, como conductor de la nave granota, la catarsis producida es más que irrebatible.

La autoridad de los números y la fascinación que destilan las emociones de los futbolistas levantinistas, cuando salen al pasto a competir, corrobora esta mutación. Ahora no hay fronteras infranqueables para los pupilos de Paco López. Ni cordilleras inabordables. Ni misterios que no presenten una resolución. La paz espiritual del grupo y la confianza ilimitada en sus prestaciones son sus mejores avales para hacer frente a un bloque, del que se ha descabalgado Leo Messi, que, sin embargo, se agiganta sobre la superficie del rectángulo de juego. El reto es gigantesco, pero a la vez ilusionante. Las declaraciones de los protagonistas han marchado en esa línea argumental. “Estamos demostrando que podemos ganar a cualquier”, ilustó Enis Bardhi. El francotirador se convierte en uno de los principales argumentos del colectivo granota en la cruzada que supone desterrar al Barcelona de la victoria.

“Queremos dar el máximo todos para sacar algo positivo”, añadió. Bardhi llega ungido a la cita después de dejar una muesca más en Butarque del poder devastador que esconden sus botas. Fue el quinto lanzamiento de falta convertido. Es una amenaza más que real, aunque el jugador opte por alejar cualquier tipo de obsesión al respecto. “No pienso en nada, solo que el equipo esté bien. No pienso si tengo que sacar una falta o no no. Solo en el partido y en jugar”. Lo cierto es que resulta difícil encontrar un colofón más distinguido para cerrar un curso de emociones distanciadas. El Levante propone guerra. No hay tregua en la mente de los futbolistas locales. El grupo es reflactario a la relajación, aunque se ha ganado el derecho a disfrutar de los minutos que restan para echar la cancela al curso.

Podría caer la quinta victoria enlazada en el Ciutat para firmar un nuevo registro en el marco de la elite. “El equipo va a demostrar los valores que hemos ido construyendo y va a competir. Es un reto importante sabiendo la dificultad. Nuestra intención es hacer un buen partido y que la gente venga a disfrutar. Vamos a competir. Sería histórico ganar al Barcelona, pero no va a ser sencillo. La idea es competir, hacerlo bien y que el equipo siga mostrando su identidad”, fundamentó Paco López subrayando la dificultad del desafío. El Ciutat honrará a los héroes de una permanencia legendaria y a Morales y a Lerma después de ampliar su relación contractual con la sociedad levantinista.