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Primer equipo

El líder resiste, pese a la expulsión de Roger

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Un instante fue definitivo para cambiar la faz y el semblante de un partido que el Levante tenía gobernado y bajo control tras la diana conquistada por Roger cuando la memoria de la confrontación no era todavía excesivamente profunda. Así de despiadada puede ser la disciplina del balompié. Como acontece en otros ámbitos de la vida, su comportamiento es difícil de catalogar; imprevisible para mudar las tornas. Roger volvió a focalizar la atención en una acción que podría catalogarse como menor. El cuero volaba hacia el costado izquierdo del ataque granota. La portería de Caro surgía desde la lejanía. Sus líneas se deslizaban sobre el horizonte. Era una mera sugerencia. El atacante trató de proteger el esférico en una actuación rutinaria, que se repite de manera constante durante la evolución de cualquier confrontación, mientras su oponente le echaba el aliento sobre su cogote. En las distancias cortas el Pistolero salió perdedor. El colegiado marchó enérgico para castigar el lance con la consecución de la segunda cartulina amarilla que daba con Roger en las catacumbas del vestuario cuando todavía restaba una auténtica inmensidad para el desenlace del enfrentamiento. Todo cambió en ese momento. Los roles se intercambiaron.

El Sevilla Atlético recobró la autoestima y el vigor necesario para poner contra las cuerdas a un Levante que se sintió vencedor mientras las fuerzas estaban equilibradas. Suele pasar en el fútbol que durante los noventa minutos los rivales atraviesen por estadios mentales que se caracterizan por su antagonismo. Así que en un encuentro que puedo dominar y en el que pudo emprender un descenso hasta las profundidades del averno, después del tanto de Fede, celebró la consecución de una igualada que permite mantener la brecha con el resto de los clubes implicados en la batalla por el retorno a la elite. La noticia es excelente por todo lo que significa. Rasgó Roger ese aire glacial que envolvía al coliseo sevillista en una tarde de brumas y oscuridad con una diana que caracteriza sus movimientos. Se trata de un futbolista de convicciones cuando siente el latido del gol sobre su pecho. La inquietud del gol le confiere un plus adicional de peligrosidad.

Es un depredador y se comporta con la voracidad de los felinos. No hay piedad cuando se trata de fijar la mirada en la portería de su rival. Y no parece conveniente minimizar la amenaza que genera, aunque sus botas no hayan pisado el interior del área. No hay distancias en las coordenadas del gol. Rugió Roger con virulencia por cuarta semana consecutiva en una acción colectiva de calado con el cuero pasando por Campaña y Morales. El Pistolero se revolvió para alojar el esférico al palo del arquero sevillista. El partido estaba en maitines y el Levante advertía de sus intenciones. Las trazas imponentes del Sánchez Pizjuán surgían ante los ojos de los protagonistas como un fantasma tenebroso y el líder dejaba su estela en su primera aproximación.

El gol aletargó la conciencia del filial. Solo Ivi era capaz de sacar al Sevilla Atlético de ese estado de vigilia en el que cayó tras la diana blaugrana. Ivi ganó la línea de fondo y exigió una respuesta contundente de Raúl Fernández. El primer acto se consumió sin apenas variaciones. El Levante se servía de sus automatismos para mantener la distancia adquirida y el Sevilla Atlético chocaba contra sus propias limitaciones. Pedro López se quedó en el banquillo por mor de la amonestación que sufrió en los minutos finales de la primera cita en un intento por evitar lo que posteriormente aconteció con Roger como principal protagonista, pero nada parecía cambiar en la reanudación. No había síntomas de rebelión por parte del filial. El Levante se movía con soltura sobre el verde adormeciendo a su contrincante. Jason rozó el gol con un espléndido disparo desde la lejanía. No había anuncios de mutaciones de consideración hasta que arribó la expulsión de Roger.


Sevilla At: Caro, Carmona, Matos, Diego González, Cruz (Álex Muñoz, min 80), Cotán (Pozo, min 67), Ivi, Yan Eteki (Aburjania, min 60), Fede, Curro y Gual.

Levante UD: Raúl, Toño, Róber Pier, Lerma, Roger, Morales (Montañés, min 70), Postigo, Pedro López (Iván López, min 46), Insa (Juan Muñoz, min 80), Jason y Campaña.

Árbitro: Adrián Cordero Vega. Amonestó con cartulina amarilla a Diego González, Matos, Cruz, Carmona, Pedro López, Postigo, Iván, Lerma y a Roger. Expulsó por doble amonestación amarilla a Roger en el minuto 67.

Goles: 0-1. M. 12. Roger.1.1. M. 75 Fede.