
El partido entre el Levante y el Córdoba desde otro prisma
De vuelta al Ciutat de València, después de conquistar la victoria en el Estadio de La Romareda de Zaragoza tras la diana conseguida por Roger, la escuadra azulgrana medirá su consistencia ante el Córdoba. El partido está vinculado a la jornada vigesimosexta de la competición en LaLiga 1|2|3. Nace un partido entre rivales distanciados en virtud de los posicionamientos que cada sociedad defiende en la clasificación general. No obstante, las apariencias engañan en el marco de la categoría de Plata. Los adversarios retoman una rivalidad que contó con su postrer precedente en el desarrollo de la temporada 2014-2015 en el cosmos de la sobresaliente Primera División.
Una victoria notable en el partido número mil del Ciutat
El Levante y el Córdoba retaron sus destinos en la jornada trigesimocuarta de la competición liguera en el feudo del barrio de Orriols. El partido adquiría trascendencia y sentido. Sonaba a réquiem puesto que reunía a dos sociedades obligadas a conjugar con el triunfo. Las urgencias eran compartidas. La Liga encaraba su definitivo ocaso y únicamente podía sobrevivir uno; aquel que tuviera más fuerza y gestionara con más diligencia la inquietud que generaba un duelo mayúsculo. La derrota surgía como un fantasma tenebroso. Su pensamiento generaba pavor. Aquella jornada el Ciutat se vestía con sus mejores enseres para sustentar el partido número mil contabilizando los choques oficiales disputados desde su estreno a finales de los años sesenta. Entre Barral y Casadesús se coció un triunfo notable que proyectó al Levante hacia la permanencia en la Liga BBVA después de un ejercicio dubitativo. La sutileza de Casadesús y el coraje de Barral se fundieron sobre el verde en la confección de la diana que anotó el atacante andaluz.
No hubo goles en el último precedente en Segunda División
Fue en la jornada decimotercera del curso 2009-2010. La escuadra cordobesa se posicionó sobre el césped del Ciutat para afrontar una nueva aventura liguera. El Levante afrontaba su segundo partido consecutivo como local tras vencer al Girona (3-2) siete días antes. Nadie fue capaz de agitar el marcador del Ciutat en un encuentro plomizo que marcó una especie de agujero negro para las huestes que dirigía Luis García. El ocaso de 2009 fue realmente gravoso para el equipo azulgrana. El Levante perdió la brújula y fue perdiendo pujanza en el marco de la clasificación general en la categoría de Plata después de sumar hasta cinco confrontaciones consecutivas sin comulgar con la victoria.
La primera derrota del curso
El Levante se enfrentó en el Nuevo Arcángel a una coyuntura que le era desconocida. Apenas si se habían sucedido los primeros diez minutos de la confrontación y el grupo volvía a la medular del campo para retomar la acción. Guille se había infiltrado entre la línea de medios para enfrentarse a Remiro. Solo el gol separaba al atacante local del arquero. A Guille no se le nubló la vista. Venció la salida del arquero azulgrana y templó el cuero para enviarlo al fondo de las mallas granotas. Al Levante le faltó claridad en sus ideas y fútbol en el primer episodio del partido. El Córdoba le sometió. No obstante, tiró de raza y de corazón en la reanudación para regresar a un duelo complejo de resolver. Con más fe que clarividencia rozó el empate en esa fase en la que el bloque azulgrana fue mucho más reconocible con Espinosa centrando la atención. Montañés se plantó en las inmediaciones de la meta de Kieszek. El balón parecía tomar el camino del gol, pero apareció la pierna de un defensor local para neutralizar la acción. Más tarde el meta sacó una mano milagrosa. Y Rafael erró en una complicada volea. En ese punto de la confrontación las cartas ya estaban alzadas; no se amedrentó un Levante que buscó el empate mientras que el Córdoba, agazapado, adquiría peligro saliendo a la contra.
Dos equipos con dinámicas contrapuestas
El Levante suma siete triunfos en el cómputo global de las ocho postreras confrontaciones materializadas en LaLiga 1|2|3. Su estado de salud parece inquebrantable como acentúan los cincuenta y cinco puntos que le sitúan al frente de la clasificación con una distancia de nueve sobre su más inmediato perseguidor. El Cádiz, a la sazón del tercer clasificado y frontera con el ascenso directo a la elite, se distancia a quince puntos. El Córdoba, por su parte, ha obtenido un triunfo en las ocho últimas semanas de la competición. Esta curva descendente ha propiciado un viraje sombrío que le ha llevado hasta los sótanos de la tabla. De hecho, únicamente el Almería, Mirandés y Nàstic de Tarragona surgen por detrás. Los datos son reveladores de las dinámicas antitéticas que envuelven a cada sociedad, pero ese aspecto no es capital para el desarrollo del duelo.
Intratables en el Ciutat
El Ciutat de València se ha convertido en una fortaleza inexpugnable. Lo advierte la estadística y las sensaciones que emite el colectivo. La fiabilidad azulgrana resulta inquebrantable en el actual curso. Su espíritu es irrompible. Nadie ha sido capaz de profanar sus muros desde la aparición del Alcorcón en los días finales de agosto de 2016 en la claridad de la competición liguera. Las huestes granotas suman diez victorias. Únicamente el Getafe y Cádiz desafiaron la consistencia levantinista tras conseguir dos empates encadenados en el tiempo. El partido ante el Tenerife (1-0) marcó el arranque de un segundo ciclo victorioso. Rayo, Lugo, Numancia y Nàstic resbalaron en el coliseo de Orriols. El grupo que conduce Muñiz maneja con solvencia marcadores apretados. En todos estos encuentros se ha impuesto por un gol de diferencia y el 1-0 se repite hasta en cuatro ocasiones.
Viejos conocidos de Orriols
Héctor Rodas y Pedro Ríos conforman la nómina de los jugadores con pasado azulgrana que en el tiempo presente defienden el escudo de la camiseta del Córdoba. La entente establecida entre el central y la sociedad del barrio de Orriols ancla sus raíces en el pasado más remoto del zaguero como futbolista. Héctor se ajustó la elástica azulgrana con apenas diez años dispuesto a superar adversidades con el fin de escalar peldaños por las profundidades del fútbol hasta lograr alcanzar el espacio sagrado del primer equipo. El defensor presenta la singularidad de ostentar el rango de capitán azulgrana en todas las categorías. Pedro Ríos militó en el club de Orriols las temporadas 2012-2013 y 2013-2014. En el imaginario del levantinismo, asociado a su memoria, reposa la diana conquistada ante Olympiacos en la ronda de los dieciseisavos de Final de La Liga Europea en el Ciutat. Verza, si se centra la atención en la parte azulgrana, conforma el reverso. El mediocentro estuvo ligado a la entidad cordobesa en los años intermedios de la primera década del tercer milenio.