Javier Espinosa: “Me gusta dar el último pase y que el delantero pueda marcar”

“Me gusta jugar por dentro, recibir en tres cuartos de campo y fijar a la defensa rival para dar el último pase y que el delantero pueda meter el gol”, advierte Javier Espinosa a modo de presentación exponiendo con una claridad meridiana cuáles son sus credenciales y su credo futbolístico. El jugador, que se formó en la cantera de la Masía, un aspecto que, sin duda, genera una manera de concebir y de entender la disciplina, tiene alma de prestidigitador. Le gusta esconder el esférico a la mirada de los defensores, recorrer el campo y dejar desnudo al delantero ante el gol. No es una simple frase. En los dos partidos de pretemporada en los que ha participado, ante La Hoya de Lorca y frente al Real Murcia, ha dejado patente que se trata de una de sus principales especialidades. El futbolista calcó los movimientos. Frente al bloque lorquino habilitó a Martins ante el gol. Dos días después repitió la acción para asociarse con Roger. Los movimientos fueron idénticos en los dos ejemplos aunque el gol se resistió. Espinosa entró en contacto con el esférico una vez sobrepasada la línea de medios para ir dejando atrás a sus oponentes y filtrar sobre la llegada de los atacantes.

Se trata de una acción que lo identifica alojado sobre el interior del rectángulo de juego prácticamente desde sus inicios como jugador cuando comenzó a despuntar en Talavera de La Reina y concitó la atención del Real Madrid y del F.C. Barcelona. Su visión del fútbol acentúa la variante ofensiva del juego. Por esa razón destierra cualquier atisbo de debate en relación al sistema a emplear. “El sistema me da igual, si no tienes dos arriba tienes a uno y dos extremos, se trata de nutrir esos balones y que puedan hacer gol, es independiente el sistema”. Espinosa afronta un reto personal y colectivo en el compromiso recién adquirido con la sociedad del barrio de Orriols. “He crecido en la última campaña”, lanza recordando su estancia en el Elche durante la pasada campaña. “Soy mejor futbolista”, añade con seguridad. “Vengo con la intención de aportar lo máximo”, sostiene. “Mi importante lo darán los días y la competición”. Sobre los objetivos grupales apuesta por la mesura.

“Todos tenemos ese objetivo en la mente pero hablar de ascenso hoy sería una locura, la Segunda División es muy larga, trabajamos para que llegue ese ascenso pero tenemos que ir día tras día, entrenamiento tras entrenamiento. Todo llegará pero tenemos que formar un equipo y trabajar para ello”. Espinosa reconoce que su aclimatación al colectivo granota es fácil de conseguir ante la calidad humana del bloque que se está configurando. “Me estoy encontrando muy bien, los compañeros me han acogido de maravilla. Parece que lleve aquí dos años, el vestuario que hay es fantástico, todos y cada uno me han ayudado muchísimo, nos ayudamos entre nosotros, es muy importante hacer una piña para que los objetivos lleguen mejor. En cuanto a mí, todo el mundo sabe que me gustan mucho las bromas, puedo estar así todo el día, la piña va a ser muy importante de cara a los objetivos, me gusta hacer equipo y que el equipo esté unido”.