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Primer equipo

Levante-Mirandés; un partido de emociones distanciadas

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En cierto modo la confrontación que el Levante dirimió en Anduva, en el primer tramo de la competición liguera, expresó la proyección y las ambiciones de un colectivo refractario a las misiones imposibles. LaLiga 1|2|3 no hacía mucho que había comenzado a desenredar la madeja de las emociones. El Levante se comportó en tierras castellanas con la virulencia de una apisonadora. Fue un equipo tan arrollador como demoledor en un escenario repleto de misterios para sus rivales. Nadie había sido capaz de someter al bloque local desde el arranque del campeonato. Y el Mirandés transitaba con la cabeza erguida y el paso firme abrazando la quinta posición en la clasificación general. Por esas razones, concatenadas, el duelo adquiría sentido y valor. La escudería granota emergió del coliseo burgalés con un triunfo convincente. Fue la típica puesta en escena que refuerza colectiva e individualmente al grupo. Roger y Jason capitalizaron la atención con las dianas, pero habría que acentuar la interpretación colectiva del grupo.

Los sucesos acontecieron en las jornadas finales del mes de octubre. Abril clarea y hay aspectos que parecen eternos en el universo de la categoría de Plata durante el curso 2016-2017. No hay dudas de la fortaleza de la entidad de Orriols. El Levante mantiene la condición de líder. En realidad, no se ha bajado de ese pedestal desde entonces. El ritmo que ha impuesto es realmente infernal y en calidad de propietario del Ciutat se muestra inmisericorde con sus oponentes. El Mirandés estrenará técnico en el Ciutat. Pablo Alfaro se convierte en el cuarto entrenador en posicionarse en el banquillo en el ejercicio actual. El hecho es significativo de todo lo sucedido. El Mirandés perdió la brújula. El duelo en el Ciutat reúne a dos entidades equidistantes desde un plano deportivo, pero también mental. La lejanía anímica es superlativa por cuestiones más que evidentes.

Cuarenta puntos distancian a los dos adversarios. Se trata de una inmensidad. Representan polos opuestos, emociones contrapuestas; la luz y la oscuridad o la noche y el día sobre el verde, pero Muñiz recela del envoltorio que presenta el Mirandés. No se fía de su competidor. Desde ese prisma, acude a la psicología para espolear la conciencia de sus pupilos. Esta prohibido relajarse e incurrir en la equivocación de subestimar al adversario en virtud de los condicionantes que le rodean. “Tenemos que ser humildes y no menospreciar al rival por la clasificación que tiene porque eso en la categoría no sirve”, advirtió en sala de prensa ante los medios. “Vamos a tener que jugar muy bien, tener mucha paciencia, ser muy exigentes en el trabajo y sobre todo ser humildes”, emitió. “Viene en una situación difícil y lo va a dar todo, son buenos profesionales. El partido es muy largo. El objetivo del equipo es ganar el partido, como el del Mirandés, no pensar en la clasificación del rival, ni sus resultados porque nos llevaría a una equivocación. Y esas equivocaciones se penalizan”, asumió. Muñiz destierra el triunfalismo del pensamiento de sus futbolistas.

El enfrentamiento contiene componentes estadísticos. El Levante buscará la novena victoria consecutiva en el Ciutat, en el estreno del Mirandés en feudo blaugrana, con la finalidad de reeditar un registro logrado por última vez en la temporada 1988-1989 en Segunda División B con Roberto Álvarez como conductor del banquillo azulgrana. Los números consignados por Luis García en el ejercicio 2009-2010, setenta y uno que validaron el ascenso a la elite, pueden sobrepasarse y los veintidós triunfos de la era Preciado podrían alcanzarse. López Muñiz recupera a Róber Pier después de la decisión del Comité de Competición de revocar los efectos de la primera cartulina amarilla que el central vio en Mallorca. Por contra, pierde a Lerma, lesionados en el mismo encuentro.