
Levante-U.D. Las Palmas; Un partido para atrevidos
Hay partidos relevantes y partidos trascendentes. Quizás las diferencias semánticas sean escasas entre los términos escogidos, pero quizás el encuentro que mañana reunirá a la representación granota ante la U.D. Las Palmas, desde las 12:00 horas, sobre el verde del feudo de Orriols, adquiera el sentido de trascendente por el contenido que encierra. Nada será determinante, en términos numéricos, pero por el horizonte surge el típico enfrentamiento que puede establecer una frontera deportiva y también anímica entre los dos adversarios. El Levante y la escuadra canaria comparten desafíos en la cuesta abajo de la competición liguera en Primera División. Los dos oponentes miran al frente para perpetuar su estancia en el cosmos de LaLiga Santander. El reto es apasionante por la significación que implica. Desde esa perspectiva, la victoria alcanza una cotización desorbitada. Es un aspecto compartido por los dos rivales que medirán sus fuerzas sobre un Ciutat de València que entiende cuál es su cometido en la cita y que presentará sus mejores enseres con el fin de estimular y proyectar las emociones de los jugadores azulgranas.
Quizás sea el día. No hay que hacer un sesudo tratado para entender el influjo de la cita. El calendario en su desarrollo suele subrayar fechas propicias para conjugar con el triunfo. Es el caso. Es un componente que se percibe a partir de las reflexiones emitidas por los protagonistas. “Es el partido más importante de los últimos años”, advierten desde la Isla. “El partido ante la U.D. Las Palmas es para todos; es el partido de los jugadores y de la afición”, declaró Morales en el arranque de la semana. Lo cierto es que la confrontación no conlleva el germen de la duda en su etiqueta. No hay equívocos al respecto. Basta echar una simple mirada a la clasificación general para comprender y ratificar el ascendente que presenta. El duelo nace con una diferencia de siete puntos favorable a la escudería blaugrana. No parece una quimera afirmar que los tres puntos pueden dimensionar al bloque que prepara Paco López, si el análisis se efectúa en clave azul y grana.
La distancia, con la inclusión del goal-average, por mor del triunfo levantinista en tierras canarias (0-2) en la primera vuelta, si bien no presentaría la condición de determinante, establecería unos márgenes difíciles de enjugar. Y la perspectiva es concordante, si se observan los acontecimientos desde la otra orilla. Desde ese prisma, vencer se convierte en una especie de imperativo compartido. Se presenta un partido para espíritus inquietos y también para futbolistas que no se dejen intimidar por el miedo y el temor. Habrá que saber esquivar la ansiedad que puede generar el tipo de duelo que se augura. Hay partidos hiperbólicos porque aumentan su volumen y tonelaje. El arrojo es un ingrediente sustancial al momento por el que atraviesa la competición liguera. Solo los más audaces encontrarán la luz en el camino. Quizás alcance el éxito el competidor que mejor domine sus emociones y mejor se adapte a los caracteres de la confrontación.
Paco López pronostica un choque con vértigo. “Los equipos de Jemez se caracterizan por ser muy atrevidos. No espero menos. Buscará la portería contraria porque va a querer ganar el partido como nosotros”. El Levante llega henchido de efervescencia al partido. Las postreras semanas han cambiado su cara. Su versión es más convincente. El útimo atracón de autoestima tuvo como epicentro el feudo de Montilivi, un escenario hostil que el grupo supo reconquistar tras la diana de Granell. Quizás esa imagen trasgresora y desobediente haya mutado de raíz su psique. En el tiempo presente parece en condiciones de discutir la victoria con cualquier oponente. No importante su rango. Una jornada más el parte de bajas granota mediatiza la atención. Paco López minimiza sus consecuencias quizás en un intento por enviar un mensaje de valentía a sus pupilos. “Lo único que podemos hacer es superar las dificultades. Hemos demostrado que las superamos cada fin de semana y no vamos a poner excusas. Dependemos de nosotros y del trabajo que realizamos”.