Rebasando la mejor primera vuelta de la historia firmada por Preciado
Los datos son reveladores. El Levante rebasó la frontera de los treinta puntos por mor de la victoria conquistada en la jornada de ayer ante el Lugo en el Ciutat. El gol de Roger desde los once metros fija el expediente personalizado de las huestes que prepara Muñiz en cuarenta puntos. Nada como aprovechar la fuerza descomunal que emana del coliseo de Orriols para seguir acaparando protagonismo en el universo de LaLiga 1|2|3. La escuadra granota sigue comandando la clasificación desde el firmamento y esa condición parece asegurada cuando la primera vuelta de la competición toca a su fin. Lo cierto es que el Levante está despedazando sus números personalizados establecidos en el ámbito de la categoría de Plata, si se consigna su comportamiento en el ecuador del campeonato de la regularidad. Los cuarenta puntos fijados en la actualidad, cuando restan todavía dos duelos para el cierre del primer capítulo de la competición, exceden los registros firmados bajo la égida de Manuel Preciado en el curso 2003-2004. Y el plantel amenaza con extender este registro.
El grupo que conducía el preparador cántabro cerró sumó treinta y ocho puntos tras la disputa de los veintiún partidos iniciales. Aquel Levante de principios del siglo XIX conjugó con el triunfo en diez ocasiones, firmó ocho empates y dobló la rodilla tres veces tras contabilizar los veintiún encuentros que estrenaron el ciclo competitivo. El Levante compartía la condición de líder con el Sporting de Gijón, en igualdad numérica, aunque la estela de la entidad asturiana antecedía al blasón granota en el marco de la clasificación general. Las diferencias son relevantes principalmente si se fija el eje de la cronología actual. El Levante del presente cuenta con dos opciones tangibles para aumentar la puntuación determinada que le encadena al liderato de la tabla. Por lo pronto ya ha batido la mejor primera vuelta de la historia que detentaba en propiedad el añorado Preciado.
Los datos son elocuentes. El Levante está reescribiendo la historia que le vincula a la Segunda División A. El colectivo que adiestra López Muñiz rebasa los guarismos conseguidos con García Cantarero en el banquillo durante la campaña 2002-2003, fijados en treinta y seis puntos, y los dígitos del grupo de Pepe Balaguer de la campaña 1999-2000, con treinta y siete, y hay margen de mejoría. Las matemáticas no inducen al error en este sentido cuando surgen en duelo seis puntos para echar definitivamente la cancela, coincidiendo con los envites ante UCAM Murcia y Huesca que el Levante afrontara la semana naciente. Los partidos están programados para el miércoles en el feudo de La Condomina y el próximo domingo en el Estadio Alcoraz en territorio oscense.
