
Lejos de buscar excusas, Rubi se mostró crítico con el partido desarrollado por sus pupilos en el Estadio de Los Cármenes. “El equipo no ha estado a la altura en ninguno de los momentos, hemos sido muy facilones y el Granada ha estado bien. Y han liquidado el partido en la primera parte”. El técnico no ocultaba su decepción: “Nos ha podido la situación y la presión. Hoy nos hemos bloqueado. Hemos hecho una primera parte desastrosa”, manifestó en sala de prensa. “Tenemos que pedir disculpas a la afición por la imagen que hemos ofrecido. El equipo no quiere bajar a Segunda, pero ha hecho una primera parte muy mala”, señaló buscando el perdón de una masa social que se desplazó masivamente a la ciudad nazarí. Más de quinientos seguidores alentaron a los suyos de Los Cármenes.
A su juicio, los hechos que se desarrollaron en el capítulo inicial fueron determinantes para la evolución del duelo. “No veíamos con claridad qué hacer con el balón, si tirarlo en largo o jugarlo desde atrás, el Granada se ha dado cuenta de que no tenía rival enfrente”. Rubi plasmó en su discurso la dicotomía que presenta el Levante en función de su localización. “Ganamos todas las finales en casa y perdemos todas las de fuera no hay manera de adelantarse fuera de casa”. No obstante, el entrenador no claudica, pese a la complejidad que encierra la permanencia. El técnico insta al bloque a seguir en la lucha. “No quiero verme en Segunda. No sé qué porcentaje tenemos. Ahora hay que intentar ganar al Athletic e ir a por la última opción a Málaga, intentar levantar el ánimo, no podemos tirar la toalla. De lo contrario, querría decir que no lo damos todo”.