Rubi accedió a la sala de prensa del feudo de Ipurua con el rostro serio, como secuela de la derrota cosechada ante el Eibar, pero tratando de mirar hacia adelante para encontrar razones que le permitan enviar un mensaje repleto de esperanza. “Tenemos que seguir peleando”, lanzó. El técnico focalizó la atención en el partido del próximo viernes en el Ciutat de València. No hay que hincar la rodilla todavía pese a la contundencia del golpe sufrido en tierras vascas. “El viernes será otro partido diferente contra el Getafe y tenemos que seguir en la lucha y en la pelea”, advirtió.
El preparador analizó la confrontación ante el grupo que gestiona desde el banquillo Mendilibar. Rubi lamentó que el bloque granota no aprovechará los instantes de mayor solvencia sobre el campo para marcar el rumbo de la cita. “Creo que hemos salido bastante bien. Incluso hemos tenido alguna ocasión para marcar. Luego el Eibar ha estado más fuerte y nos ha metido atrás. Ellos han aprovechado su momento de superioridad para marcar y nosotros no. Con el 1-0 el partido se nos ha hecho una montaña. En la segunda parte hemos intentado cosas diferentes, pero no era nuestro día. No hemos podido darle la vuelta al partido”.
Rubi no buscó excusas para paliar los efectos de la derrota, a pesar los goles sufridos. Inui rozaba el fuera de juego en el primer gol y Adrián González arrolló a Mariño en el segundo. “El Eibar ha ganado por méritos propios. Hoy era un partido para adelantarse en el marcador. Prefiero no opinar del árbitro y aceptar las cosas como vienen”. El entrenador no se olvidó del apoyo mostrado por el centenar de aficionados desplazados hasta Ipurua. “Estamos muy contentos con el apoyo de la gente. Es una pena que no hayamos podido darles una alegría. Nuestros jugadores lo están dando todo”.
