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Primer equipo

Un empate en Anoeta para seguir en la pelea

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Mostró carácter el Levante en Anoeta para agarrarse a un encuentro que nació esquilmado tras la diana conseguida por Reyes en los minutos iniciales de la cita. La escuadra azulgrana pareció quedarse helada en el arranque del duelo. No tardó en exceso el grupo que conduce Eusebio en ennegrecer todavía mucho más el horizonte en una tarde más proclive a realizar un ejercicio de introspección que a acudir al fútbol. Llovía con profusión sobre el cielo de San Sebastián y la diana del jugador mejicano ajaba el alma de un colectivo muy acostumbrado a amaneceres angustiosos. El guion establecido en otras tardes de similares caracteres parecía cumplirse escrupulosamente. El cronómetro no había atravesado el minuto quince del duelo y la Real Sociedad mandaba en el marcador. Reyes acribilló a Diego Mariñó en el corazón del área granota, pero la dureza del golpe no llegó a desnortar a un Levante, con cierta timidez en sus movimientos hasta ese momento, que trató de alzarse de inmediato para recomponer el relato del enfrentamiento.

Es quizás uno de los mensajes a acentuar tras noventa minutos de tensión y nervios que no ofrece grandes variaciones desde el punto de vista que marca la clasificación general en el marco de la Primera División, pero que puede repercutir sobre la psique de los jugadores azulgranas. Y hay que advertir que los partidos se juegan sobre el césped, pero buena parte de sus acciones se imaginan desde el interior de la mente de los protagonistas. Y hay que liberar la razón de impurezas y mantener la frialdad en la toma de decisiones para afrontar los desafíos. En cierto modo, necesitaba el Levante ofrecer una respuesta meridiana y convincente al jeroglífico al que se enfrentaba como secuela del gol de la entidad realista. Parecía totalmente vulnerable, pero fue capaz de rebelarse a los hechos que parecían presagiarse. Y los indicadores no eran alentadores. El grupo necesitaba convencerse de sus posibilidades y quebrar una tendencia horrorosa lejos de los muros del Ciutat. Deyverson solucionó un saque de esquina con un cabezazo que se coló en la meta de Rulli. No fue una jugada aislada sin apenas conexiones con el desarrollo del duelo.

Corrió la banda, con anterioridad, Toño para medir un centro que remató de volea Verdú. Su disparo salió mordido aunque rozó el palo largo del arco de la Real Sociedad. Jefferson, desde el balcón del área, rompió el esférico. El mediocentro le pegó con el alma tras una dejada de Morales. Rulli se interpuso entre el arco y el balón. La acción prologó la diana de Deyverson. El atacante brasileño rompió con unas semanas de sequía anotadora. En Anoeta celebró su noveno gol del curso. La cifra comienza a adquirir consistencia en su desembarco en la Liga BBVA. El Levante se mantuvo con vida en Anoeta. Toño probó desde la media distancia y chocó con las manos poderosas de Rulli. En el espacio contrario del campo Bruma perdonó en dos ocasiones la victoria local. El atacante cruzó en exceso el balón ante la mirada repleta de angustia de Mariño. Deyverson mantiene la esperanzas levantinistas de redención. La remontada está repleta de complejidad, pero no es descabellada cuando todavía restan treinta puntos en disputa


Real Sociedad:

Levante UD:

Árbitro: Pérez Montero. Amonestó con amarilla a Verza, Feddal, Ivan López, Prieto, Elustondo y Granero

Goles: 1-0. M. 14. Reyes. 1-1. M. 24 Dyverson