
Lo advirtió públicamente en su cuenta de Instagram. “Ya tengo el alta médica. Es solo un paso en el camino, pero ya estamos más cerca”. Roger posó junto a Doctor Cugat en la consulta del galeno en la Ciudad Condal a modo de agradecimiento. El rostro del Pistolero advierte del sentido que adquiere la noticia. Atrás queda el duro ostracismo marcado por la lesión que se produjo durante la pretemporada en el transcurso del duelo, de carácter, amistoso que enfrentó al Levante y al Almería. Roger abandonó las instalaciones de San Pedro Pinatar con los ojos encendidos. Desde el primer instante fue absolutamente consciente de la gravedad del percance sufrido apenas unos minutos después de ingresar en el verde.
Fue en las jornadas finales de julio de 2017 con el período que antecede a la competición clareando. Roger inició desde esa fecha una pertinaz batalla con el tiempo con el fin de regresar al epicentro de la acción. El atacante pasó por el quirófano y comenzó un exhaustivo proceso de recuperación que todavía no ha concluido, si bien el largo túnel parace contar con un final que ya se adivina. El alta médica que ha recibido esta mañana significa que el delantero está en condiciones de retomar las jornadas de trabajo en igualdad de condiciones junto al resto de sus compañeros, pero no significa que el alta deportiva sea inmediata. Lo cierto es que Roger forma parte del paisaje habitual de los entrenamientos de la primera plantilla azulgrana, si bien no ha forzado en las situaciones de mayor compromiso o peligro para su integridad física.
Es el paso que, a partir de este momento, emprenderá para competir por un puesto en el once titular establecido por Muñiz. El Pistolero formó parte de la expedición desplazada a Barcelona el fin de semana pasado. Inclusive en el día de ayer se ejercitó con intensidad en el gimnasio anexo al Hotel NH Collection Tower, centro de operaciones escogido por el club en las horas previas al desembarco liguero ante el F.C. Barcelona. No obstante, no regresó a tierras valencianas a la finalización del partido en el Camp Nou. Junto a Miguel Ángel Buil, jefe de los servicios médicos del Levante, tenía una cita, que estaba subrayada en su agenda, con el Doctor Cugat. Los plazos establecidos se cumplen de manera fidedigna. Su retorno puede comenzar a imaginarse.