Una tarde mágica en el Ciutat de València
El Estadio Ciutat de València vivió una tarde épica, de las que no se olvidan, una tarde en la que las emociones están a flor de piel y de las que demuestran que rendirse nunca es una opción para el Levante UD. El conjunto granota recibía en su feudo a un Elche CF en racha que había encadenado cuatro victorias consecutivas. Por su parte, los levantinistas habían mantenido la portería a cero en los últimos cuatro partidos disputados en el Ciutat. Ambos se jugaban mucho y la tarde no empezó bien para los locales que se vieron con un 0-2 en el marcador. Su garra, espíritu de lucha, orgullo y fe, además de la conexión con la grada, hicieron que no se rindieran y acabaron protagonizando una tarde gloriosa.
Los primeros minutos se desarrollaron sin un claro dominador y sin ocasiones claras. El conjunto granota combinaba tratando de ganar metros y llegar con peligro al área contraria. Sin embargo, quien se adelantó en el marcador fue el Elche CF con un centro desde la derecha que T. Morente envió al fondo de la red con un remate de cabeza. Los visitantes volvieron al ataque con un remate delante de la portería de John C. que acabó en saque de esquina. El Levante UD se rehízo y quiso hacerse con la posesión del esférico, pero no logró llegar con claridad al área rival.
Tras el paso por vestuarios, los levantinistas salieron en busca del gol y lo intentó muy pronto Fabrício, pero su remate terminó en saque de esquina. Por su parte, los ilicitanos tuvieron mayor efectividad y lograron agrandar distancias en un saque de esquina que Mario Gaspar remató en el primer palo. El conjunto granota probó fortuna con una contra liderada por Fabrício. El delantero llegó a internarse en el área pero la defensa visitante terminó desbaratando su lanzamiento. El Elche CF lo volvió a intentar con un remate de T. Morente que acabó golpeando en el larguero y, poco después, el guión del partido comenzó a cambiar. Josan cometió penalti sobre Álex Muñoz, Dela cogió con seguridad el esférico y, desde los once metros, acabó convirtiendo la pena máxima en gol. La grada del Ciutat se vino arriba, se volcó con el equipo y la unión entre jugadores y afición obtuvo sus frutos. Pablo Martínez asistió a la perfección a Brugui, quien se internó en el área y, en el uno contra uno, batió a M. Dituro poniendo el 2-2 en el marcador.
Los jugadores creían, la afición estaba entregada y el ambiente era el idóneo para vivir algo mágico. Y así fue. Dani Gómez ingresó en el terreno de juego en el minuto 90 y su garra y fe le dieron un plus de confianza al equipo. El Levante UD creía en la remontada y, en el tiempo de descuento, llegó el gol del ‘9’ granota que hizo que la grada explotara de júbilo. El tanto y la victoria final se celebraron con un cúmulo de emociones que convirtieron la tarde de hoy en uno de los momentos épicos de la temporada.
