El Levante UD se queda a un suspiro de la victoria frente al CD Mirandés tras media hora en inferioridad
El Levante UD se quedó a un milímetro de la línea de meta, cerquísima de firmar una victoria que habría sido bastante meritoria debido a que jugó con un futbolista menos durante más de media hora frente al CD Mirandés. Finalmente, fue un empate 2-2 tras un encuentro en el que los de Javi Calleja mostraron fútbol y también amor propio para superar las adversidades: para anular el primer tanto de los rojillos; más tarde para ponerse por delante y, finalmente, para quedarse muy cerquita de sumar los tres puntos pese a la inferioridad numérica. Un tanto a un suspiro del final de un buen conjunto burgalés evitó la gran alegría.
El partido empezó mal para los granotas, con un trallazo en el minuto 13 por parte de Ilyas Chivas que estampaba la pelota en la red de la portería defendida por Joan Femenías. El pase de Álvaro Sanz, magistral. Tocaba remar contracorriente pero el Levante UD no se arrugaba, aupado por un ratón de área como Carlos Álvarez que comandaba las primeras intentonas. En el 15’, vio cómo el colegiado le anulaba un gol por fuera de juego y, poco después, le prestaba con un fino movimiento el balón a Capa para que, a la media vuelta, el lateral rematase cruzado, encontrando una estupenda respuesta de Ramón Juan. El encargado de igualar la contienda, no obstante, sería Kochorashvili, con un trallazo de libre directo que esta vez no pudo abortar el arquero.
En la segunda mitad, tres cuartos de lo mismo con el conjunto de Orriols buscando la victoria. Tras una recuperación, Rubén Vezo metería con precisión el cuero dentro del área y Bouldini se elevaría para cabecear al larguero. Fue la acción que precedería a la expulsión de Roger Brugué: el catalán, resbalándose, impactó en el tobillo de un adversario y el árbitro le mostró el camino de vestuarios con una roja directa. Todavía más empinada la cuesta para los azulgrana pero ahí estaba Pablo Martínez para volver a allanar el terreno: su magistral lanzamiento de falta lo sacaría de dentro el guardameta rival. Al colegiado tuvieron que avisarle de que el cuero entró. Casi lo más difícil estaba hecho. Y decimos ‘casi’ porque tocaba defender el resultado con media hora de juego por delante y la ya comentada desventaja en cuanto a efectivos. El CD Mirandés apretó con dos acciones parecidas: en la primera, Joan Femenías se marcaba el paradón de la tarde a cabezazo a bocajarro de Barcia; al poco, Gabri, solo, remataba a las nubes. Los de Calleja, ya cansados por el esfuerzo, sólo podían aguantar y quizá esperar a un contra para rematar la faena. Pudo pasar pero Bouldini no tuvo esta vez el punto de mira afinado. Y, ya en el 95’, un despeje de la defensa granota fue aprovechado por Martón para empatar. No pudo ser la heroica.