
No. Robert Zemeckis no amenaza con desempolvar un guion olvidado en las profundidades del desván para añadir una nueva entrega a la saga de Regreso al Futuro con Morales como principal protagonista. No. La propuesta planteada tampoco parte de una fantasía irrealizable que cambie el formato de las horas del reloj que marca el devenir del paso del tiempo. Si....
Deyverson rescata al Levante in extremis ante el Eibar
Levante UD: Rubén I. , Toño García, Verza (Camarasa, 40'), Jefferson Lerma (Deyverson, 67'), Morales, Juanfran (Rubén G., 40'), Trujillo, V. Casadesús, Jose Mari, Ghilas, Zou Feddal.
SD Eibar: Riesgo, Pantic, Escalante, Capa, Inui (Ekika, 72'), Dani García, M. M. Dos Santos, Juncá, Borja (Sergi Enrich, 65'), Keko Gontán (Saúl Berjón, 61'), Adrián.
Árbitro: Carlos Velasco Carballo. Amonestó a los locales José Mari y Deyverson y a los visitantes Juncá, Borja, Escalante, Capa y Ekiza.
Goles: 0-1. Borja, min. 10
0-2. Borja, min. 48
1-2. Morales, min. 52
2-2. Deyverson, min. 93
El gesto de Rubén Martínez desde el eje de la portería azulgrana era elocuente. El arquero con la mano extendida hacia adelante invitaba al grupo a realizar un último esfuerzo en busca de una igualada que parecía escapar. El cronómetro se precipitaba hacia el minuto noventa y tres y el Ciutat de València estaba invadido por una ola de pesimismo. Nada hacía presagiar todo lo aconteció en un muy corto lapso de tiempo. A veces los segundos pasar coun una lentitud exasperante. Para los jugadores del Eibar fueron una auténtica losa. En cualquier caso, nunca conviene dar por defenestrado al Levante. Ni siquiera cuando parece cercar el abismo más absoluto. Es cierto que no andaba muy sobrado de fútbol en esa fase de la confrontación, pero donde no llegó el talento, ni la imaginación, surgió ese espíritu obstinado de supervivencia que acompaña al Levante que le permitió agarrarse al encuentro cuando más cerca estaba de despeñarse y firmar una nueva derrota. El esférico corrió veloz por el cielo de Orriols para posicionarse en las botas afiladas de Morales perfilado en el costado derecho del ataque granota. El centro del jugador madrileño acabó en la cabeza de Deyverson. El brasileño clavó el cuero en la portería de Riesgo. Un segundo en el fútbol puede desencadenar una catástrofe o transportarte hacia el paraíso.
Los jugadores del Levante y sus homólogos del Eibar sintieron en sus carnes esta sensación tan antitética y alejada. El gol ejerció de calmante y de anestésico para la escuadra local en un partido repleto de contratiempos en forma de lesiones. Juanfran y Verza abandonaron el verde en los minutos finales del primer acto por hechos fortuitos. El central se retorcía sobre el campo con evidentes síntomas de dolor tras chocar con un jugador armero en una titánica lucha por un balón, sin propietario, en la medular. Verza, quizás uno de los futbolistas más talentoso del vestuario azulgrana abandonó por una sobrecarga muscular. Las noticias no eran especialmente prometedoras en ese instante de la cita. El Eibar imponía sus galones sobre la superficie del rectángulo de juego. Bastón anunció las intenciones del grupo que conduce Mendilibar desde el mismo amanecer. El sello de quien fuera entrenador del bloque azulgrana en el arranque de la temporada pasada quedó patente sobre el césped de Ciutat desde que la lucha comenzó al filo de las ocho de la tarde.
El Levante regresó al partido con una volea espectacular de Verza que escupió el palo. Minutos después Ghilas rozó el gol en la enésima cabalgada de Toño. No obstante, las lesiones de Juanfran y Verza, coincidentes con el furibundo despertar granota, adormecieron al grupo. Y tras el retorno de los vestuarios Borja Bastón volvió a golpear a Rubén. Al Levante únicamente le quedaba apelar a la heroicidad para cambiar el devenir del encuentro. No es algo que esté fuera de sus perspectivas. En el Ciutat acostumbra a nadar a contracorriente. Morales hizo memoria para ir superando adversarios en una mortífera carrera hacia adelante en dirección hacia Riesgo. Su disparo final fue letal. El Levante se presentó de nuevo en el duelo. No iba sobrado de fútbol, y las piernas de sus futbolistas pesaban tres quintales, pero confía en sus posibilidades. Y no claudica ni en la peor de las situaciones. Alcaraz apostó por Deyverson para sumar más efectivos en ataque. Cuando todo parecía perdido se materializó Deyverson para rescatar un punto.