
“La respuesta del equipo al gol ha sido pasar por encima del Alavés”, advirtió Paco López en su análisis de la confrontación que ha cruzado al Levante y al Alavés en el interior del Ciutat de València. La reflexión no era anecdótica. El grupo granota tuvo que desterrar sus miedos después de la diana conseguida por el conjunto vasco en...
El Levante regresa a las trincheras en un amistoso ante el Bournemouth
No obstante, sobre el verde contenderán dos bloques cuyos blasones ondean en los más alto de sus respectivas competiciones. La circunstancia confiere una pátina de brillo al envite. El orgullo y el prestigio que siempre emana de la victoria adquiere evanescencia en la conciencia de los protagonistas, si bien las consignas, es evidente, que van en otra dirección. La pretemporada sigue su curso, focalizando la atención en el fin de semana del 18 de agosto, y a las agotadoras sesiones de trabajo pautadas, con una notable exigencia de compontes físicos, se unen los partidos de preparación. Son dos aspectos que marchan en estrecha asociación en esta etapa de planificación. En cierto modo, estos duelos permiten a los jugadores extraviar la rutina cotidiana puesto que los días se repiten sin apenas variaciones ni oscilaciones. Ante sí surge la posibilidad de expresarse con el esférico redondo en el interior de la superficie de juego sin arneses, ni elementos de sujeción; un hecho que agradecen.
Lo cierto es que ante el pedigrí que muestra un rival asociado a la Premier League, podría advertirse que hay cambios con respectos a pretemporadas del pasado. Por tradición las confrontaciones iban aumentando de manera exponencial en dureza y en complejidad. De esta manera, el rango de los oponentes marchaba en escala ascendente. No es el caso. Sin anestesia; las huestes azulgranas se enfrentan a un contrincante con el que comparte jerarquía en virtud del espacio que detentan en sus respectivas competiciones. Son como dos iguales cara a cara. Levante y Bournemouth evidencian rasgos identificativos. Los oponentes hunden sus raíces fundacionales en la noche de los tiempos, si bien la representación de la populosa ciudad de la Costa Sur de Inglaterra, que hace del turismo su principal tesoro, nació en las jornadas finales del siglo XIX.
The Cherries (Las cerezas), su apodo de guerra, recorrió la inmensidad de la geografía de las categorías inferiores del balompié inglés para presentarse en sociedad en la opulenta Premier League en la temporada 2014-2015 después de liderar la Championship. Desde ese prisma, es un neófito. Quizás el Levante y el Bournemouth sean el paradigma de los nuevos tiempos que marcan el desarrollo del balompié profesional. La confrontación germina con una doble misión; adaptar a los futbolistas a la intensidad y a la exigencia que demanda la competición y articular las coordenadas tácticas del juego. El partido está exento de un carácter puramente competitivo puesto que permite a los futbolistas ir recuperando sensaciones con el balón ajustado a sus botas. “Las situaciones de partido vienen con partidos. Lo principal es recuperar las sensaciones, trabajar los aspectos que marca el míster. Estos partidos sirven para coger minutos y sensaciones de partido”, puntualiza Oier.