Halló la ruta del tesoro en el feudo de Montilivi para lograr rescatar un punto afilado, y de extraordinarias dimensiones en términos clasificatorios, y se subió al pódium de los principales anotadores que conforman el relato goleador del Levante en el universo de la Primera División. Morales celebró con profusión el gol en tierras catalanas, compartiendo su emoción con el resto del plantel. La diana conquistada, a micro escala, adquiría trascendencia porque mitigaba los efectos del latigazo que había soltado apenas unos minutos antes Granell frente a la meta de Oier. A macro escala, alcanzaba un nuevo valor desde un prisma estadístico. El Comandante sumó ante el Girona su decimosexto gol en el ecosistema de la Primera División con la elástica azulgrana. El zarpazo le permite ascender en el catálogo de los máximos referentes goleadores del Levante en el marco de la elite. De hecho, únicamente Barral, con dieciocho goles, y Riga, con diecisiete, mejoran el inventario que exhibe el expediente del atacante levantinista.

Morales rebasó en el coliseo rojiblanco a Kone. El killer africano alcanzó quince goles en el desarrollo del ejercicio 2011-2012. Por el retrovisor ya observa a futbolistas del calado de Caicedo, Pepín, Rubén Suárez y Serafín. Los cuatro jugadores mencionados, aunque desde épocas alejadas en la cronología, copan la zona alta de esta particular clasificación con la obtención de trece dianas en propiedad. Lo cierto es que la amenaza de Morales, cuando restan ocho confrontaciones para el cierre de la competición liguera, es real. Apenas dos dianas le separan de la cúspide de la tabla que detenta David Barral desde el gol que consiguió ante el Córdoba en el Ciutat de València (1-0) en las jornadas finales del ejercicio 2014-2015. El atacante gaditano sucedió a Riga en el principal escalafón anotador.

Y no parece una quimera que puede haber variaciones sustanciales en este registro durante las próximas semanas, coincidiendo con el el desembarco del equipo granota en la competición liguera. Y la afirmación se sustenta en virtud de las prestaciones del Comandante en la competición liguera. En ese sentido, hay un desafío de índole personalizado en esta temporada que ya empieza a declinar. Morales anotó ante el Girona su sexto gol del curso. La última muesca en su zurrón se produjo en el transcurso del enfrentamiento ante el Espanyol en el Ciutat de València. Fue indetectable desde los once metros en el arranque de la reanudación. La diana agregada le distingue como el mejor artillero del curso. En el tiempo presente parece retar su pasado con la camiseta del Levante en la elite. No en vano, roza su mejor marca en materia anotadora que responde a la temporada 2016-2017 cuando perforó en siete ocasiones en la Liga las redes contrarias. El reto que afronta en las postreras semanas de la competición es dual; mantener su jerarquía en el curso y romper las estadísticas globales.