
“La respuesta del equipo al gol ha sido pasar por encima del Alavés”, advirtió Paco López en su análisis de la confrontación que ha cruzado al Levante y al Alavés en el interior del Ciutat de València. La reflexión no era anecdótica. El grupo granota tuvo que desterrar sus miedos después de la diana conseguida por el conjunto vasco en...
Morales, capital en la última victoria ante la U.D. Las Palmas en el Ciutat
El Comandante se entrometió en el homenaje a David Navarro y al estreno de Rossi con la elástica azulgrana. El central cumplió cien partidos en Primera División con la camiseta granota. El atacante italiano estrenó su expediente en la reanudación, pero el vértigo fue para Morales. Fue el encargado de esposar la victoria. Fue el más listo de la clase para detectar un error en el interior del área de Javi Varas para remachar el gol a puerta vacía. Más tarde, exorcizó a su par por el costado izquierdo para buscar el palo largo de la meta canaria en una acción que cuenta con reediciones. Se trata de una de sus especialidades. Potencia en el desborde y maestría en la definición. Las dianas del atacante madrileño fueron cambiando el paisaje de un partido que nacía desde la angustia. Sobre el pasto de Orriols medían sus fuerzas dos sociedades con problemas en la clasificación general. Deyverson se sumó a los festejos anotadores en el arranque de la reanudación.
No obstante, la escuadra canaria nunca se alejó de la confrontación. Los goles de Willian José minimizaron la ventaja adquirida por el Levante. El delantero de origen brasilenó sometió a Mariño un minuto después de la diana de Dey, para hacer el 2-1, y apenas tres minutos más tarde del tercer gol anotado por Morales. Las distancias quedaron enjugadas anunciando un desenlace repleto de misterio. No obstante, el Levante aprisionó un triunfo relevante, si bien la U.D. Las Palmas esprintó en las siguientes semanas para establecer una pertinaz frontera con la marca que establecía el descenso. El equipo de Quique Setién voló para acariciar una permanencia en entredicho en distintas fases de la competición. Morales volvió a sorprender a la grada del Ciutat de València adoptando el saludo marcial que comenzaba a caracterizar sus celebraciones.
Nacía la figura del Comandante. De hecho, el origen del gesto hay que rastrearlo en el partido que enfrentó al Levante y al Rayo Vallecano en las primeras jornadas de enero (2-1). Morales asumía galones en un momento convulso del ejercicio. El equipo estaba ávido de referentes. La imagen escogida permitía realizar una interpretación más profunda. No era la mera representación de la celebración de un gol cualquiera. “Alguien tenía que tirar del carro”, advirtió el protagonista al recordar los acontecimientos desarrollados. Morales incitaba a la rebelión a un grupo de ánimo deprimido. Y se situaba al frente como cabecilla. Era el adalid de la insubordinación. Manifestaciones y hechos que parecen entroncar con el presente. Su ascendente no declina. En las últimas semanas del curso lo viene demostrando.