Llegados a este punto de la competición los partidos no encierran un mensaje encriptado. No hay que ser un iniciado para entender la esencia que adquiere cada cita sobre el verde del rectángulo de juego. Lo recuerda Morales al contextualizar el choque del próximo lunes ante a U.D. Las Palmas en el Ciutat de Valéncia. “Es otra final de las dieciocho que nos quedan”, argumenta focalizando la atención en la trascendencia del duelo, un componte que comparten las dos escuadras. “Lo afrontamos con ganas. Las Palmas es uno de los pocos equipos que no han ganado fuera. Nos lo podrá muy difícil. Si ellos consiguen vencer se separarán del descenso. Al contrario, si ganamos nos enganchamos con la salvación”.

La conclusión que maneja el jugador madrileño es evidente. Y su enunciado no deja espacio a las dudas. La victoria se convierte en un axioma capital por sus efectos: “puede ser un punto de inflexión para los próximo partidos”, resalta en el análisis realizado. Morales presenta la confrontación. La escuadra granota se cruza con un equipo que cuida el balón y que trata de expresarse a partir de su dominio. El centrocampista pide concentración y rigor, en defensa y ataque, para afrontar noventa minutos repletos de complejidad y de desafíos. Ese aspecto dual, que acentúa, resulta del todo innegociable. “Tenemos que estar muy concentrados en tareas defensivas y aprovechar todas las oportunidades que consigamos”.

Y regresa al punto de origen para catalogar de muy relevante la confrontación ante el bloque canario. No esconde que se trata de un encuentro superlativo. “Sabemos que es un partido trascendental para nosotros”. El enfrentamiento está pautado para la jornada del lunes, un aspecto que, a su juicio, parece secundario. “No influye. Puedes tener más presión porque sabes los que han hecho los rivales, pero puede ser el efecto contrario; que no haya ganado nadie y salgamos con más ganas para lograr los tres puntos”. Morales reclama la complicidad de la grada. Y basa esta petición en la experiencia desarrollada en la anterior cita en el Ciutat de València.

“El día del Rayo el apoyo de la afición fue incondicional. Es verdad que la temporada no es especialmente buena, pero si el equipo y la afición están unidos será mucho más fácil sacar esto adelante”. Morales lamentó la reacción, a la postre, inconclusa, que el colectivo evidenció en el feudo de Balaídos después de soñar con enjugar un marcador adverso que le distanciaba del partido. “Te quedas con la miel en los labios”, puntualiza. “Fue muy buena porque estuvimos muy cerca de empatar. El equipo tiró para adelante y en una contra nos hicieron el cuarto”. El cualquier caso, valora la valentía exhibida y sus consecuencias internas. “Tras encajar el tercer gol pocos equipos reaccionan así. Tenemos confianza en el juego que estamos haciendo”.