
“La respuesta del equipo al gol ha sido pasar por encima del Alavés”, advirtió Paco López en su análisis de la confrontación que ha cruzado al Levante y al Alavés en el interior del Ciutat de València. La reflexión no era anecdótica. El grupo granota tuvo que desterrar sus miedos después de la diana conseguida por el conjunto vasco en...
Morales; qué noche la de aquel día ante el Getafe
El Comandante anotó una diana que sirvió para aclarar el partido en su amanecer y ponerlo en franquicia, un aspecto que resultaba trascendente para el bloque de Rubi. Recorrió la banda izquierda para adentrarse en el corazón del área de Guaita y rasgar el marcador. Más tarde inventó la acción que concluyó con Rossi ejecutando a Guaita desde los once metros y quizás, como broche a una noche realmente tan heroica como majestuosa, asistió para asociarse con Verdú en el prólogo del estreno anotador del delantero catalán con la elástica azulgrana. Morales decidió dar un paso al frente para reclamar galones y protagonismo tras alistarse al desafío que determinaba la permanencia. Quizás por esa razón, la grada honró la calidad del encuentro firmado con una sonora y estremecedora ovación mientras el futbolista tomaba el camino hacia el banquillo granota ya en los minutos finales cuando la contienda ya estaba totalmente decidida. Omnipresente Morales, podría advertirse.
Aquella victoria llegó desde las evidencias. Había que olvidar la derrota de Eibar. El equipo encontró la ruta del gol y dejó su portería a cero muchas semanas después y reforzó sus lazos con el fútbol y su autoestima general con un encuentro convincente desde una perspectiva global. La puesta en acción del Levante fue eléctrica y efervescente. No había contemplaciones. Morales rubricó ante la meta del Getafe su sexto gol de la temporada después de materializar 1734 minutos del relato de la competición. En ese punto de la competición doblaba los tres goles anotados en el ejercicio de su debut en la máxima categoría en la temporada 2014-2015. Y no se había borrado el gol estratosférico obtenido ante el Valencia. El encuentro ante el Getafe perdura en la memoria, pero ya despunta una nueva confrontación. No ha pasado todavía un año y los rivales volverán a contender para competir por la victoria.
Es una evidencia que hay cambios con respecto al pasado. Los dos rivales cruzan sus destinos en el marco de la categoría de Plata. Las escuadras comparten rol y desafíos, si bien el despertar de cada uno sigue unas pautas que no se caracterizan por la simetría. El Getafe acude a la cita de Orriols revitalizado tras el desembarco de Bordalás en el banquillo azulón. Los números refrendan que sus constantes han variado. El bloque del Sur de Madrid suma ocho de los últimos doce en disputa. El Levante defiende ante su masa social su condición de líder. El enfrentamiento sigue destilando un aroma incontenible a Primera División. Hay variaciones sustanciales, pero permanece la imagen transgresora de Morales defendiendo el escudo de la camiseta granota. En ese aspecto, no hay cambios. Y su influjo no se ha eclipsado desde una perspectiva colectiva. Hay un punto de insubordinación y de locura en sus prestaciones y en su juego inalterable al paso del tiempo. Sus razzias por los costados no han declinado. Quizás el único aspecto que no resulta concordante es el relato del gol y quizás para buscarlo, y prender esa llama, no exista mejor ensoñación que recordar todo lo acontecido en un duelo en el que todos los protagonistas vuelven a citarse.