
“La respuesta del equipo al gol ha sido pasar por encima del Alavés”, advirtió Paco López en su análisis de la confrontación que ha cruzado al Levante y al Alavés en el interior del Ciutat de València. La reflexión no era anecdótica. El grupo granota tuvo que desterrar sus miedos después de la diana conseguida por el conjunto vasco en...
Raúl Fernández; la negación del gol en la categoría de Plata
Sus gestos eran el fiel reflejo de la felicidad que le embargaba. Raúl Fernández abandonó el feudo del Ciutat cuando el eje de la cronología del duelo ante el Huesca superaba la frontera con el minuto sesenta. En ese instante, el guardameta vasco tenía garantizada la condición de máxima negación del gol en el ámbito de la categoría de Plata. El enfrentamiento ante la institución oscense adquiría calado para la figura de Raúl Fernández. Era uno de los aspectos capitales que concitaban la atención del encuentro ante el grupo que prepara Anquela. El guardameta azulgrana mantenía una enconada batalla en las postreras semanas por la consecución en propiedad del galardón que le acreditara como el mejor cancerbero de la categoría de Plata.
La lucha con Badía, cancerbero adscrito al Reus, parecía realmente titánica. Apenas si había márgenes de separación entre los dos porteros. Y los flujos iban variando semana a semana. La distancia era realmente exigua. La emoción no era gratuita. En el prólogo de la confrontación ante el Huesca, Edgar coronaba la cima de la tabla con un coeficiente de 0’68 goles en 41 partidos. Raúl le pisaba los talones con 0’69 dianas en 32 choques, pero nada era definitivo. En realidad las cartas están marcadas y totalmente alzadas. Todo dependía de los sucesos que acaecieran sobre el pasto de Orriols.
El meta vasco lideraría la clasificación en este apartado si fuera capaz de preservar con éxito los tres palos que ejercen de divisoria de la zona que defiende durante 61 minutos de la confrontación que cierra un sobresaliente ejercicio liguero. Los hechos siguieron esta tónica. Raúl se alistó en el grupo de los escogidos por López Muñiz para el duelo ante el Huesca. El preparador no se había posicionado al respecto en la rueda de prensa previa al partido, pero todo hacía indicar que el arquero protagonizaría la cita. Al filo del minuto sesenta y uno, y con la portería inmune a las acometidas de los atacantes oscenses, marchó hacia el vestuario ante el calor de la grada azulgrana. Raúl saboreó esos segundos de gloria personalizada. El meta compartió este hito con el resto de sus compañeros y con los fieles seguidores azulgranas.