
No. Robert Zemeckis no amenaza con desempolvar un guion olvidado en las profundidades del desván para añadir una nueva entrega a la saga de Regreso al Futuro con Morales como principal protagonista. No. La propuesta planteada tampoco parte de una fantasía irrealizable que cambie el formato de las horas del reloj que marca el devenir del paso del tiempo. Si....
Una vuelta con la espada de Damocles sobre la cabeza de Morales
“Si quieres que te diga la verdad es algo que no pienso”, relata Morales esbozando una sonrisa cuando se le recuerda que mañana miércoles, coincidiendo con el partido ante el Real Madrid, cumplirá una vuelta de la competición liguera tratando de eludir una fatídica cartulina amarilla que le desplazaría directamente delverde en dirección hacia la grada. “Cuando salto al campo me olvido de todo”. El extremo madrileño no se siente coartado ante esta coyuntura que se viene repitiendo para convertirse ya en una rutina corriente. Ni tampoco parece coaccionado o condicionado a pesar de que su nombre, semana tras semana, aparece encabezando la relación de los jugadores de la primera plantilla azulgrana que se encuentran apercibidos de sanción al contar cuatro cartulinas amarillas. El Comandante se calza las botas cada domingo y salta al césped con la única intención de rubricar un nuevo triunfo que acerque al Levante al desafío de la permanencia. “Es lo único que me preocupa. Lo demás es secundario”.
Lo cierto que es que Morales lleva media Liga con la espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza. El futbolista madrileño cada vez que salta al campo sabe que su comportamiento debe tan exquisito como ejemplar con la única finalidad de esquivar una fatídica cartulina amarilla que le conduciría al ostracismo que establece una reglamentación que determina una sanción por un partido en situaciones de este calado. El hecho implica que su expediente tiene que estar impoluto desde un doble prisma; no hay espacio para las acciones antirreglamentarias susceptibles de generar este tipo de castigo y tampoco hay lugar para las recriminaciones o protestas que puedan ser onerosas y, por lo tanto, penadas. Y camina cual funambulista bordeando el delgado filo de la cuerda floja desde la amonestación que sufrió en el transcurso del encuentro que cruzó al Levante y al Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu.
Fue en el primer acto de la competición liguera. En la jornada octava; un sábado de octubre. Morales fue amonestado en el minuto 37 de la cita según el criterio arbitral de José María Sánchez Moreno “por sujetar a un adversario impidiendo su avance”, tal y como determina el acta del enfrentamiento. Desde entonces los partidos en el campeonato de la regularidad se van sucediendo con Morales como un ejemplo vivo de resistencia absoluta desde esta perspectiva. El atacante fue amonestado en la primera jornada en el partido ante el Celta de Vigo. Posteriormente repitió ante el Sevilla y frente al Villarreal en el Ciutat y contra el Real Madrid. El tiempo ha avanzado a su favor. Hay una variación que se atisba sustantiva en esta historia. Morales ha adelantado unos metros su posición para acercarse a la portería contraria. Las amonestaciones coincidieron con su instalación en el eje de la retaguardia defendiendo el carril derecho.